Mudas palabras, que gritos son,
del sentir de una vida
que solo pretenden ser
recuerdos en el alma de otros,
que como agua cristalina que corre
por los meandros de un rio seco
hacia el oasis
del destino del olvido.
Mis versos con brío golpean
las vidrieras góticas
de la galería de sentimientos,
como lluvia torrencial de abril.
Mis versos no ilustran,
ni reconocer gloria pretenden,
solo enseñan
las lágrimas de un poeta,
lagrimas estampadas
en un folio en blanco,
con rabia y fuerza,
que se deslizan por la ladera
de la pluma del sentir,
empeñándose en el silencio
de la modestia de sus palabras
que son sombras invisibles
de su perenne sigilo.
En esa plaza cerrada
que es la poesía,
donde se registran la ausencias
mirando el horizonte del mañana,
mis versos saltan al ruedo
para torear el silencio,
y cuando la faena termina
regresan al burladero de la soledad
con el capote encogido y vacío.
Poema 2017
Pippo Bunorrotri