Viajo a bordo
de la nave de mis sueños
adentrándome sereno
entre nubes y tormentas
enfrentando sin miedo
a imprevisibles situaciones
procurando no chocar
con los asteroides
del dolor y del infortunio.
A bordo
de la nave de mis sueños,
en los días despejados
oteo la planicie
de mi mar preferido,
como las olas
se mueve tranquilas,
con que dulzura
besan la arena de la playa.
A bordo
de la nave de mis sueños
surco el cielo añil
viendo el crepúsculo del alba
y en su ocaso
busco tu sombra
esperando el beso deseado
calmando el arrebato
de abrazar tú cuerpo desnudo.
Cuando ese día llegue,
cuando esa noche nos pertenezca,
pondremos música de sinfonía
sintiéndonos libres
para cabalgar a lomos
de nuestro sueño,
hasta sentir
en nuestros cuerpos desnudos
el viento fresco del deseo,
la fría humedad
de nuestra piel sudorosa,
los gemidos, los suspiros,
los susurros de nuestro amor.
Entonces los dos,
a bordo
de la nave de mis sueños
volaremos placidos
sin tiempo,
ni bagaje.
Poema de 2017
Pippo Bunorrotri