ESCONDÍ

Escondí mis lagrimas

en el gran teatro

de mi mente,

tras el telón griego

de mi pensamiento,

disfrazándolas

de tramoyistas,

pues no quería

que tu mirada se perdiera

en la escenografía

de la añoranza que duele,

pues no quería

ser víctima y agonía

de tú perdón

sin arrepentimiento,

pues no quería

que los latidos

del corazón dolido

se detuvieran en el silencio,

como cuando tú extraño

se quedó quieto

en la soledad del suspiro

sin adiós, ni momento;

porque tú te fuiste

dejándome

un destino ingrato.

Escondí mis lagrimas

en el teatrillo

del pensamiento

de mi mente,

donde se representa

la ópera, la fabula

o la pantomima

de esas añoranzas mías

que representan con signos,

con susurros y gritos

lo desleal e ingrato

del destino.

Escondí mis lagrimas

en el cuenco

de unas manos

que suplicaban

sollozos.

Pippo Bunorrotri.

https://pippobunorrotri.com