La noche llega
en la penumbra
del atardecer plúmbico,
regalándome recuerdos,
y evocaciones ofreciéndome
palabras de delirio,
por la mirada encendida
de un amor
que se fue
en la madrugada
de un amanecer
llenos de silencio
dejando el sollozo
del corazón
en la almohada
y la soledad
de un deseo.
Pippo Bunorrotri.