No puedo eludir
las tiernas caricias
de la pasión
de tu deseo,
en ese momento
audaz,
que se acuna
en el balanceo
de la lejanía
de mi anhelo.
Adentrémonos
en ese mundo
de nubes descuidadas,
entreguémonos
a nuestro sueño compartido,
donde tú eres
la emoción
de mi querer
y yo soy la sombra
del sentir de tu pena
y pintemos
de arco iris
la noche de pasión
de nuestro anhelo.
Pippo Bunorrotri.