En la larga avenida
del destino peregrinado,
mi sombra perezosa
en el atardecer
desconocido,
se adentre en la niebla,
que lentamente
con su manto cubre
los días de la añoranza
de mi existencia,
mientras yo escucho
los latidos del corazón
arrancándome
esa melancólica sonrisa
donde, con temor,
se asoman
los recuerdos.
En la lenta
somnolencia
de la evocación,
serpentea una luz
que ilustra las sombras
de la memoria,
en ese pétreo
anochecer
de las evocaciones,
que se esconden
tras la niebla
que desciende
de la montaña
para reencontrarse
con mi sonrisa.
Así es la vida.
Tu existencia gira
entorno
a la memoria
de un recuerdo.
Pippo Bunorrotri.