Regreso a la morada
de tu mansa piel
que arropa
el sexo
de mi deseo
escapando
del antojo
de mi mente
caprichosa
que juega
con el titubeo.
Tú mirada
es el reflejo
de dos almas
que se atraen
en la penumbra
de un espejo
sin reflejo.
POEMARIO PROLOGO DE UN SILENCIO
Pippo Bunorrotri
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