En el silencio
de mi ajado
cansancio,
permanece agazapado
la amoratada tristeza,
mientras la alegría
del ayer,
sin reservas,
se entrega
a una sonrisa
desinhibida
y a la inquieta imaginación
del ahora,
deslumbrando
al sombrío
pasado.
POEMARIO PROLOGO DE UN SILENCIO
Pippo Bunorrotri.
Inicio