EL ESPEJO

Desde el fondo

del espejo

una cara me mira,

revelándome

la inquieta mirada

de mi rostro lacio.

Por un tiempo caminado

en la verde eternidad

del frio rio

de una vida

que pasa

sin gloria

y queda

en el recuerdo

de otro rio

que nace

en el lloro

de una lagrima.

Pippo Bunorrotri.

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NOCHE PLACIDA

Noche placida

que temes le espera

de ese deseo soñado

que se escurre

entre la niebla

del pensamiento,

envuelto en las gasas

de esa tranquila esperanza

que cuenta historias

de un joven

que camina descalzo

por cumbres nevadas

de indecisas sendas,

orgulloso de la libertad

de una existencia

llena de gestos,

palabras sentidas

con mudos sonidos

y de miradas

que deslumbran

el mañana

de este hoy

placido.

Pippo Bunorrotri

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EN EL MIRAR DE LA VIDA

En las olas

de tus lagrimas

navega mi confusión

quedando desnuda y sola

la duda de la palabra

mientras la certeza

cruza el tiempo

sin nombrarlo.

En el océano

de tus sentimientos

las emociones envejecen

cosiendo los despuntes

de unos pensamientos

callados en el silencio.

En la silueta

de tu rostro

se boceta

en blanco y negro

ese sentimiento

que ocultas

a la mirada de otros

disfrazándolo

de jolgorio.

En el perfil

de tu sonrisa

un teatro de sombras

se asoma tranquilo

para poner nombre

al beso

que cruza el tiempo

de una caricia que evoca

ignorando lagrimas,

sentimientos

y horizontes.

En el horizonte

de tu mirada

vuelan golondrinas,

nacen capullos de flor

y mueren recuerdos,

mientras la memoria

obliga al silencio

a permanecer mudo.

Pippo Bunorrotri.

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SIN PALABRAS

Te amo sin palabras

en los crepúsculos

de nuestros días

atrapando el destello

de tus ojos fulgurantes

cuando de soslayo

tu mirada mira

como lleno de vida,

de esperanzas,

abandono la duda

deseando besar

el deseo de tus labios

que estremecen la pasión

de mi deseo

gritando mi corazón

al destino

de mi amor eterno.

Pippo Bunorrotri.

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SIN PALABRAS

Te amo sin palabras

en los crepúsculos

de nuestros días

atrapando el destello

de tus ojos fulgurantes

cuando de soslayo

tu mirada mira

como lleno de vida,

de esperanzas,

abandono la duda

deseando besar

el deseo de tus labios

que estremecen la pasión

de mi deseo

gritando mi corazón

al destino

de mi amor eterno.

Pippo Bunorrotri.

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FRAGILES AMANECERES

En los frágiles amaneceres

de mis días inciertos

los sueños susurran

lo extraño de mis sentimientos

mientras la razón se envuelve

en la espesa nube

del desencanto.

En las frágiles horas

de mis amaneceres borrosos

unas lagrimas se precipitan

en la rugosa cordillera

de mi agreste rostro

gritándole al silencio

de mi alma peregrina

la cansada fatiga

de esta soledad mia

En los frágiles amaneceres

invisibles llagas

tatúan el dolor

de mis gritos silenciosos

y mi palabra escucha

el vacío de mi voz.

Pippo Bunorrotri.

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EN LA PENUMBRA

En la penumbra de la noche

el profundo mar inquieto

se acurruca en el bisbiseo

de las tranquilas olas.

En la penumbra de la noche

las estrellas se reflejan

en el rostro sereno

de un mar

que arrastra sueños

a la dorada playa

de los agitados miedos.

En la penumbra de la noche

resurgen como sirenas

el dolor herido

de la esperanza

de un anhelo

que en el amanecer

de los tiempos

dejo la quimera

de su realidad.

Pippo Bunorrotri.

LA ESPUMA DE UN SUEÑO

En la aurora

del despertar,

se derrite

lentamente

la blanca espuma

de un sueño

que con arrogancia

se despide

de la brisa fresca

de la noche

a la orilla

de la playa,

mientras

se acercan las olas

para desayunar

los susurros silenciosos

escritos en la arena

componiendo

la partitura

de ese pensamiento

en armonía

de un beso

y su silencio.

Pippo Bunorrotri.

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ESCONDES LA TRISTEZA

Escondes la tristeza

en esa lagrima

que recorre sin miedo

la perfilada silueta

de ese rostro tuyo

que le sonríe

a la vida

desde el corazón,

cuando las nubes

del infinito cielo

corren tras el miedo

de los titubeos

de la indecisión

de tu razón.

Pippo Bunorrotri.

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ME HABLAS

Me hablas

en el silencio

de la noche

con tu mirada

escondida, velada,

en la brisa de la sombra,

meciéndose prendida

de la luna disimulada

de mi alma oculta,

que escucha

el murmullo

de unas estrellas

que acarician

la pasión

de un recuerdo

que dice todo

del sentido

de nuestro destino.

Pippo Bunorrotri.

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