El Doblao del Arte. Punto y aparte.
Esa noche, el reflejo AMARILLO de la LUNA y su gran tamaño la hacían singular; posiblemente el reciente eclipse y la polución ambiente favorecieran el espectáculo, pero a Lambreta eso le daba igual.
A Lambreta -lo apodaban así por la motillo que solía conducir-, esa noche, y todas, el satélite le daba igual y solo percibía que se veía espectacular mientras articulaba lentamente: “¡¡¡a-lu-ci-nan-teeee!!!”, y quitando eso, casi todo le importaba un comino, debido a su INSEGURIDAD, que refugiaba y disimulaba en sus cigarrillos de HACHÍS, según él, para relajar la tensión por la partida de Esther, su único AMOR.
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©María José Gómez Fernández para Cinco Palabras: RELATO DE AGOSTO (V): ACTRIZ MALENA ALTERIO