SIMPLEMENTE

El sol apareció en mi vida

una tarde de verano

y un resplandor apareció

cuando nuestras miradas

se cruzaron por primera vez

en el andén de la estación.

 

Esa sonrisa tuya

nerviosa, agitada

que desnude de inmediato,

que cegó mi ego,

sometidos mis sentimientos

a tu ternura, tu existencia.

 

Sin premeditación, sin defensa,

sin nada que hacer

en el instante de nuestras miradas,

simplemente sucedió así,

un sinfín de emociones

me embriagaron cuando te vi.

 

Simplemente me enamore de ti.

Simplemente me permití sentir.

Simplemente déjame hacerte feliz.