Enséñame a creer
que puedo hacerlo mejor,
cuando sangren mis heridas
y me apoye en tus alas
.
No quieras adivinar
que estrella perdí al amanecer,
mírame y enséñame a entender
que todo se pierde y vuela.
Que nada es tan tuyo
como para retenerlo,
ni tan ajeno
que su partida te hiera… ni te duela.
Aprende a creer en este loco
que a veces pierde su cordura
a no mentirme
cuando me veas llorar o sufrir.
Porque no necesito compasión
ni pena que alimentar,
solo quiero eso
que no escucho para reír.
Hazte mi comprador
cuando intente vender el silencio,
hazte mi inquilino
en mi morada de soledad.
Que roto mi aliento,
nada podré demostrar
ni ofrecer
si tu ausencia es perenne.
Quiero que estés a mi lado
sin reservas ni condiciones,
porque la amistad es más que un bello atardecer,
es un campo que juntos sembramos de razones.