El verso es un misterio
pues él
divide al poema
y es superior al Pie
e inferior a la estrofa,
siendo lo que forma
un misterio del sentimiento
que con verso se nombra.
El verso es ese furtivo
que sale de las sombras
del vacío de la nada,
y con la nada está hecho
prometido al silencio y al tiempo
cuyo reloj sin tiempo
nos muestra el origen del poema.
En esa nada que el poeta contempla;
al mirar al sol, a la luna,
a los ríos, al mar,
a los arboles, a las montañas,
al mundo en general,
a esa nada
que ondula en el viento antes que las palabras,
que distinta es de la nada vacía que conocemos
y que el poeta celebra en sus días contemplativos.
¿Cuántas formas tiene la nada?
Tantas como el poeta quieran mirar
en el silencio de la nada.
En la noche el poeta junta palabras
descubriendo el misterio del verso.
En el amanecer persigue la forma del poema,
ese amanecer que recuerda a la nada.
Muchas son las formas de la nada
y cuatro las del poema;
inspiración,
imaginación,
lectura
y paginas emborronadas
adulando a la nada.
La nada es ese vacío
donde nacen las palabras sueltas del poeta
que vida propia toman
al extenderlas sobre el papel
qué sentido toman cuando las lees,
es el fruto del señor de la nada.
Prueba de ello es el poema
que de la nada nació,
que de la nada se escribió,
aunque es sentimiento de poeta,
siendo la nada
el misterio del verso.