DÍAS IMPARES Y VERSOS ENCENDIDOS

De negro se visten

Intentando pasar deprisa

Apretando los dientes

Se muere de ganas viviendo de prisa.

 

Insolente es la pluma del poeta

Midiendo caprichosa la rima del verso

Pues al par quiere llegar ya

Ante la desdicha del impar

Rompiendo las olas del mar

Escondiendo la mano que mece un

Sueño sin terminar.

 

Y en sus estrofas el poeta se deja querer, al finalizar el impar.

 

Ve que la rima oscura soledad deja

Este día del calendario

Recordando que la inspiración va y viene

Sin fecha ni horario

Obediente, como educada y gentil dama al

Sentir del corazón.

 

Escribe el poeta versos encendidos

Nada es banal ni fingido es sus estrofas,

Casual tampoco, pues él las sombras dibuja

Empeñado en que estas se muestren y

Nos brindan su sentir

Deslumbrante y callado, volando en la

Imaginación de quien versos lee

Descubriendo la desbordante pasión del poeta

O quizás no, y solo sean las letras de un día impar.

¡LIBERTAD!

Palabras lanzan los teléfonos,

gritos la televisión,

las calles alborotadas,

reflejos los cristales

de sombras cabreadas

la ciudad ruge su dolor

que la noche amortigua

y en el día grito son.

La mujer no llora, ni se esconde,

exige que se le oiga

pues igual quiere ser.

El hombre escucha y se lamenta,

y con desdén se acomoda

a los nuevos tiempos que corren

aunque se resiste y finge

que dolor no siente.

Mientras el tiempo

su camino sigue

y el mundo grita

con voz altiva

libertad.

¡Libertad!

Grita la mujer

sabiendo lo que quiere.

¡Libertad!

Grita el hombre

sin saber por qué.

¡Libertad!

Grita el niño

porque quiere.

¡Libertad!

Grita el joven

lo que anhela.

¡Libertad!

Grita el anciano

que añora.

 

Libertad

que arrogante palabra

que atrevidos sueños encierra,

es altanera y soberbia,

mas todos la gritan

todos la quieren,

y cuando la tienen

no saben qué hacer con ella.

Ojala que todos quieran la misma libertad

y qué no sean héroes ni enemigos

ni vencedores ni vencidos,

que sean libres

y respeten

la libertad del vecino.

EL POETA

Cae la noche oscura

y el poeta sentado esta

al borde de la luna,

el mundo contempla

despistando a la razón

mientras su corazón late

esperando la inspiración,

pues ella su enamorada es,

por eso el poeta vive

en sueños y desvelado.

El poeta

en la vida se mete

para escribir lo que siente

sea bello o amargo,

alegre o triste,

a él solo le interesa

plasmar ese liquido elemento

que no engorda

pero que se agradece

que es el sentimiento.

El poeta

no escribe

acaricia letras,

hilvana palabras,

tejiendo sensaciones

con el telar de sus dedos

y la ternura de su corazón

para confeccionar

el tapiz de su sueño.

El poeta

el mundo contempla

sentado al borde de la luna

escribiendo versos

de dolor o de victoria

que con el tiempo

endulcen el dolor

de la derrota

en los días tristes y de lluvia.

 

El poeta

no finge,

calla,

llora,

ríe,

añora,

escribe

y siente,

y lo que siente

en versos transforma

que son los suspiros

de lo que contempla

que en el pasado no quedan.