No soy escritor ni poeta
solo soy un dibujante de letras,
pintor de sueños surrealistas,
que en verso y prosa escribe
silabas de palabras huecas,
con el compromiso de que sea sentido,
con la promesa de que salga siempre
del corazón, de la mente,
la quimera de mis sueños.
Que arrugadas son las noches de un escritor
constantemente contando las palabras
que saca del cesto del olvido,
con ello solo pretende
componer el borrador de un sueño
sabiendo que hay un mañana
en el que ese sueño
acabara desdeñado
en un rincón, en una papelera…
o quizás camine solo.
Escribir es una pasión de enamorado.
Escribir es un sentimiento indefinido.
Escribir es la partitura de la sinfonía de un sueño
Escribir es una obsesión de tahúr.
Escribir… Es como…
jugar una partida de ajedrez con uno mismo,
pero antes de empezar a jugar
debes conocer su reglas,
sus movimientos, sus giros,
para moverse libremente sobre el blanco tablero.
Escribir es dejar volar la imaginación libremente,
así que, cuando escribo prosa o verso
empleo el Sustantivo o Nombre
que personas, animales y cosas, designa
acompañado de su inseparable amigo
el Adjetivo,
que amplia o precisa al Sustantivo,
siendo el Articulo quien lo defina o determine,
aunque a veces también es indeterminado o indefinido
dependiendo de la situación,
si es femenino o masculino,
si es singular o plural.
El pronombre entra en escena
sustituyendo al Sustantivo o Nombre
en la oración del escritor
en los versos del poeta,
pues versátil es el condenado Pronombre
ya que unas veces puede ser personal o numeral,
otras demostrativo o mostrativo,
de vez en cuando posesivo y reflexivo,
y también puede ser indefinido,
interrogativo, exclamativo y relativo,
es ese actor secundario
que va bien donde lo pongas.
En la oración del escritor
donde sentimientos, ideas se cuentan
tiene que haber acción
y de eso se encarga el Verbo
con su legión de regulares,
irregulares, auxiliares y defectivos,
y por supuesto no debemos olvidarnos
de esa partes invariables
que pese a cualquier giro o inclemencia
nunca cambian su forma de ser
son estoicos y persistentes,
y esos son; la Preposición y el Adverbio.
Por supuesto el escritor
nunca debe olvidarse en su oración
de la Interjección,
de la Conjunción,
de la Contracción,
pues uno expresa la rabia, la sorpresa,
otro enlaza palabras
y el tercero forma da.
Así es como el escritor
de la noche al alba
saltando en la soledad del silencio
escribe su Oración de sueño y sentimiento.