La palabra
camina en el horizonte
sobreviviendo serena
al viento huracanado,
al mar embravecido,
al tiempo descafeinado,
pues ella su voz
siempre deja oír.
La palabra
es correo, es cartero
de amores y desamores,
de razones y sin razones,
de odios y venganzas,
de gritos y mesura,
de risas y llantos,
de una vida de colores.
La palabra
ese sonido articulado
que letras representa
asociando significados,
que el presente detalla,
el pasado relata,
el futuro escribe,
con el análisis
de su vocabulario.
La palabra
por las silabas se la conoce
que oraciones forma
con su sustantivo
su adjetivo, su verbo,
su adverbio, su preposición,
su conjunción, su interjección
y su participio,
que su función y significado
componen.
La palabra
es amiga y enemiga
besa y muerde,
golpea e hiere,
son odio y pasión
que corazones disuelve.
La palabra
es la espada del silencio
que defiende razones,
define penas y amores
arranca sonrisas y llantos,
siembra sin sabores
con promesas y compromisos
que en reuniones formales
se ha ganado a pulso
su turno para hablar.
La palabra
la lleva el viento, que
como farolillos prendidos
se quedan en la feria de los recuerdos.